viernes, 20 de enero de 2012

Entrevista a Luis Morera: problema de identidad canaria...

“Mi generación me ha decepcionado, se ha vuelto aburguesada, cómoda y panzuda”.

Taburiente nació en Canarias cuando el franquismo aun no había muerto. Hizo música de raíz y revitalizó una identidad negada, fusionando y “revolucionando” el panorama cultural del Archipiélago. Casi 40 años después su principal voz, Luis Morera, planea nuevo trabajo discográfico para esta primavera. Aprovechamos la oportunidad para charlar con él en el magacín "Paralelo29", deO2 Radio. El tiempo y la realidad isleña han cambiado. Pero cree Luis que el mensaje debe revitalizarse y el compromiso con la identidad es ahora más necesario que nunca.

Para primavera tienes previsto nuevo trabajo discográfico. ¿Con qué espíritu vuelves a ponerte a la labor de hacer música?

Al crear yo estoy pensando en Canarias, en la tierra donde vivo y de donde nunca me he ido. Canarias es una tierra que muchas veces ha expulsado a su gente a convivir con otras culturas fuera de la patria. Pero también somos unos cuantos los que hemos decidido luchar desde dentro y cambiar desde aquí las cosas y todo lo que muchas veces se ha mal llevado.

¿Y cómo será ese trabajo, sobre qué girará?

La idea es no la grabación del disco en su totalidad, sino tener un repertorio para esa nueva gira. Y en ella se planteará un reencuentro con una de las fuentes más ricas que tiene la humanidad que es África: en sus etnias, en su cultura, en sus principios musicales. Aquí, estando tan cerca, parece mentira que solo nos llegue lo malo, como por ejemplo ese siroco, y que nos hayamos alejado de esa identidad. Y luego he entroncado en esa espiral, en la que están África y Canarias, con otro continente, que solo nos obliga a pertenecer a él a través del carné de identidad, que es España. Y a mí lo que me interesa de España es la parte de Andalucía pero no esa Andalucía banal de pandereta que nos vendían de las folclóricas de la época de Franco. Sino lo que me interesa es el canto profundo de Andalucía, el quejido, el cante de las minas, lo flamenco, lo gitano. Y esa espiral entre Andalucía, África y Canarias te lleva forzosamente al mundo bereber, donde la voz de Valentina cuando canta un arrorró te recuerda a esas músicas de los pueblos nómadas del desierto, a esas mujeres del desierto que cantan sin música con esa voz extraordinaria y ancestral que a los músicos contemporáneos nos dice tanto. Ahí es donde los músicos canarios debemos hurgar y empezar a trabajar sobre esas bases para enriquecernos de nuevo y volver a recuperar el sentimiento de nuestra patria y ponerlo en lugar que le corresponde.

Criticabas tú en una entrevista que leía lo que consideras una excesiva “americanización” de las creaciones musicales hechas en Canarias.

Canarias no puede estar conviviendo exclusivamente con lo sudamericano. Está bien en una fiesta como los indianos, en algo puntual, que se hable de países como Cuba o Venezuela. O en los carnavales, donde solo se ha desarrollado la parte más brasileña, en la que nuestra gente se viste en torno a la samba y la batucada. Yo creo que está ya bien con eso. Eso está bien para lo festivo, pero para lo cotidiano, cuando tú pones la televisión Canaria y no ves sino changadas, no ves sino parrandeo… y que no entiendan los que hacen parranda que uno critica la parranda. No, la parranda tiene su sitio, pero no debe coparlo todo. El exponente no puede ser Pepe Benavente, y decir que todos queremos ser como él, como esos programas que hacen en televisión… Tú imagínate la gente que vea la televisión canaria fuera, porque por digital recorre el Mundo, y vea ese “En clave de Ja” desproporcionado donde pone a la mujer canaria de una manera tan changa y tan banal, no creo que eso nos represente. Yo creo que hay formas más dignas de hacer humor. O esa Gala chillona, que es lo que nuestra juventud está viendo. Y solo el merengue, y la salsa mal hecha… porque si me dices que es una salsa bien hecha, una cosa contenida como Rubén Blades… porque antes Canarias sabía escoger esas melodías de todo el Mundo: una salsa bien hecha, el bolero bien hecho, hay que volver a eso.

¿Cómo va a ser ese trabajo desde el punto de vista material, porque ya con Internet parece que no hiciese falta sacar un disco físico, en CD?

Ya no es importante sacar el disco a la calle. Estamos volviendo a los comienzos en los que sacabas uno o dos temas para promocionar la gira, las actuaciones, y allí en los conciertos es donde más se venden luego los discos, mucho más que en los escaparates y los sitios de venta.

Volviendo a los comienzos, dices…

Sí, también tiene que ver con la situación económica, se está aprovechando mucho más lo que se tiene, han vuelto hasta los vinilos por la necesidad de reciclar. Esto tenía que pasar, estamos en una época interesantísima. El ser humano se basó solo en el egoísmo y en el dinero, y eso se le está viniendo ahora en contra. Se invertía solo en el suelo, en construcción, las islas vivieron una época de despilfarro en la que se estaba destrozando el medio, con edificios que eran mamotretos sin ningún valor estético… y ahora con esto que estamos viviendo la gente está tomando mucha más conciencia, se piensan mucho más las cosas. Y eso pasa en todo, también en la música, donde ya no se venden discos y hay que buscar otras estrategias.

Eso respecto a tu andadura en solitario, pero Taburiente como proyecto común también continúa.

Sí, por eso te digo que es muy necesario, porque tenemos que volver a coger el sartén por el mango, regresar a nuestra cultura. Nosotros en Taburiente hemos vuelto a sacar las canciones los dos primeros discos, “Nuevo Cauce” y “Aguañac”, y los estamos reactivando con nuevos músicos, respetando la melodía y los textos. Y creo que va a ser una explosión porque Canarias necesita otra vez ese aire patriótico, y cuando digo Patria me refiero a tierra, a todo ese universo cultural propio.

Decías en una entrevista que “todo lo nuevo puede ser castigado”. Taburiente hace 38 años fue nuevo: nueva canción canaria, una identidad que había sido ocultada ustedes la retomaron ¿fue castigado?

A mí me interesa mucho actualmente la gente nueva. Taburiente lleva casi 40 años como grupo, y eso hace que mucha gente joven no nos conozca, y por eso me interesan. Las radios y los medios nos han quitado del medio, porque han sucumbido a todo ese movimiento del merengazo. Taburiente revolucionó en una época como la franquista, una época de dictadura en la que todos los pueblos estaban reivindicando sus derechos. Y Canarias no fue menos. En aquel momento en Canarias se vivía en una españolidad tremenda, que se nos metía en las casas por medio de la televisión y de los medios. Entonces Taburiente en un determinado momento fue castigado, sí, porque empezamos a coger las folías, las malagueñas… fuimos muy criticados por los folclóricos. Que fue muy interesante, porque revolucionamos, y para mucha gente era como destruir el templo de la música canaria, metiéndole dúos o tríos, y desenfocando como se creía en su momento. Y lo que queremos hacer es volver a hacer revolución, que aunque suena fuerte es necesario. Vivir la utopía como decía César Manrique. Que se viva lo canario. Beber de la canariedad para fusionar y para ser universales. Como hizo Martin Chirino con sus esculturas de espirales o Millares con sus arpilleras, porque si no esta tierra estaría abocada a convertirse en un souvenir turístico, una colonia rara aquí en mitad del universo, que es lo peor que nos puede suceder.

Hablabas de revolución… tú eres muy crítico con tu generación, una generación que salió de una dictadura y también vivió la utopía. Pero que, como ya hemos hablado en otra ocasión, quizás se medio aburguesó.

No, medio aburguesada no, panzuda. A mí me ha decepcionado mi generación. Una generación que aprendió a salir de la dictadura, una generación que daba la impresión que cuanto más la castigabas más se botaba a la calle. Por eso hablo de revolución. Porque mi generación aprendió tanto de la nada que me ha decepcionado. Fue la era de los grandes músicos, en todo el Mundo, desde Bob Dilan, The mamas and the papas, los Beatles, posteriormente Queen… esa generación que mamó tanto se ha vuelto ahora panzuda, cómoda, de puertas para dentro. No le enseñó a los hijos, les dio para quitárselos de encima todo, les pusieron todo en sus manos en Reyes, todo, toda la tecnología. Les dijo, “toma mi hijo, como yo no lo tuve ahora tú lo vas a tener todo”. Pero no se preocupó de explicarle que Canarias es un territorio con una personalidad, que es única en el mundo, importantísima en su naturaleza. Nuestra gente sale y en cualquier parte del mundo se hace grande, pero no se hace grande en nuestra propia tierra. Y ahí está el peligro, en que los hijos no han heredado todo eso. Pero yo no creo como dicen algunos que la juventud esté perdida. La juventud está en el momento más importante porque está conectando con todo el mundo por medio de las nuevas tecnologías. Pero les falta la identidad, que es importantísimo, es la madre de todo. La patria, como decía Secundino Delgado, es solo una, como la madre. La patria es lo que respiras, es tu territorio. El territorio no puede ser maltratado por egoísmo, hay que hablar de la cultura y la identidad.

La cultura, que por cierto ha sido muy castigada en los presupuestos…

Mira tú, en un país tan joven como el nuestro, que debía haber seguido chupando cultura. Hasta ahora solo se gastaba un 1% en cultura, y ahora a eso le han pegado un sablazo del 60%. Estos que nos gobiernan nos dicen que la bandera de las 7 estrellas no es independentista. ¡Pues si la bandera la tomó Secundino Delgado y luego la retomó otro paisano como Antonio Cubillo! Coalición Canaria es un nacionalismo de segunda mano que se enrolla con la bandera canaria de las siete estrellas para sacar votos. Pero luego no la llevan al Parlamento, sino que ponen esa otra que a mucha gente no nos dice nada. Igual que el himno, no es un himno que conecte con el pueblo. La política tiene que gestar lo que el pueblo quiere, y ahora está sucediendo lo contrario. La política tienen que estar más con el pueblo, unirse al pueblo.

Luis, pues muchísimas gracias por compartir todas estas reflexiones con nosotros.

Gracias a ti, y te animo a que sigas entrevistando a gente que luche, que revolucione. No le tengan miedo a la palabra revolución, porque es lo que necesita esta tierra. Bendita la revolución, los que revolucionan, los que no son cómodos, los que están en la calle manifestándose. Que parece que ya no haya manifestaciones, que la gente ya no se manifieste por ideales. Y fíjate, en el momento en que peor se está viviendo económicamente y seguimos conformándonos y viviendo de puertas para dentro, eso es lo terrible. La gran crisis no está en lo económico, eso se puede recuperar, está en lo cultural y en las mentalidades. Así que yo les pido a todos los informadores, a todas las radios, los periodistas, que dejen de ser cómodos y luchen por sus ideales, que serperiodista es una maravilla porque da la oportunidad de contarle verdades a la gente.


Tomás López para O2 radio

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