Desde cuando no escribía en mi espacio libre... no se me ocurría nada que escribir, nada que opinar, nada que me motivara a expresar... pero... siempre hay algo que decir ¿no?
Me gustaría dar un puntito de esperanza a los momentos vacíos que vive nuestra especie. Somos los resoponsables directos de los destrozos que sufrimos los habitantes de este milagroso planeta, pero también tenemos las claves para remediarlos, minimizarlos o sencillamente echarles el freno de mano.
Una de las claves, aunque ya esté muy manida, es la unión de nuestra especie mediante un objetivo común: el cambio real y consciente hacia el ideal que ya han perseguido otros locos, la paz mundial y la cobertura de las necesidades básicas de todo el planeta.
Pero... ¿cómo hacer que todos nos pongamos de acuerdo y nos dispongamos a cambiar los pensamientos negativos, como primer paso para el cambio? Parece fácil, pero es cuestión de constancia. Cuándo alguien nos pregunte: ¿ qué tal, como te va la vida? Habría que contestar: (independientemente de la realidad), - Muy bien aunque estoy en el camino de la mejora. Porque siempre, siempre, se puede mejorar.
Este simple detalle cambia las realidades de todos poco a poco, no es lo mismo la respuesta positiva que la típica que siempre tendemos a contestar: - Pues no muy bien, no encuentro trabajo, la cosa está mala.... la crisis...
En fin, este es nuestra primera tarea, darnos y dar a los demás respuestas positivas, porque todos estamos conectados, (no sé muy bien cómo, pero lo creo), y según esta idea, (hablando callejero): todo se pega, es decir, cuando oímos mucho la respuesta negativa tendemos a imitarla inconscientemente, y al final la vida nos responde de la misma forma: negativamente.